Siguiendo
el itinerario de lxs
pibes descubrimos que algunas cosas ya no nombran nada, palabras y rebusques
distorsionados por especializaciones ahondan con denodado entusiasmo ciertas
ideas que se alejan cada vez más de la memoria de la niñez propia, buscando una
especie de inteligencia adulta que necesita hundirse en la profundidad para
demostrar que creció.
Técnicos y
especialistas como para hacer dulce nombran una y otra vez de diferente manera
a lxs mismxs pibes, complejizando una historia, intelectualizando un vínculo.
Cada quien con su especialidad hasta quedar totalmente aislados. Nenes y nenas
diseccionados por barrio, ingreso, relación con los viejos, enfermedades,
sexualidad, etc.
Frente a esta
profundidad e introspección de las ideas, preferimos ser Superficiales como lo
son lxs pibes. No creemos que en el fondo esté la verdad, más bien
intuimos que está a flor de piel, sobre la superficie, que es donde está
la tierra fértil, donde hay luz y abundancia.
Lxs pibes
tienen una sabiduría superficial donde juegan permanentemente el cruce de
múltiples ideas, la atención a distintas cosas del contexto, el alboroto, el
análisis de grandes cantidades de datos, el movimiento del cuerpo, el pispeo,
el asombro, la mezcolanza, las pasiones y la fusión. Linkean todo el tiempo, se
aburren, tienen conocimientos y formas de pensar que muchas veces dejamos
abandonadas en la carrera hacia las profundidades; tenemos que aprender a
explotar la conexión, la forma de hacer mundo, la relación, el vínculo para
generar nuevas ideas. Porque la fertilidad de ideas surge de la mezcla,
no de la separación, de la superficie no de la profundidad.
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